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Today the Biden administration announced a series of sweeping executive actions that would effectively close the border to many people seeking asylum. Under a new interim final rule, those seeking protection between ports of entry along the U.S. southern border would be deemed ineligible for asylum, allowing the government to summarily deport them with no legal process. This restriction would be invoked when the average number of crossings between ports surpasses 2,500 daily, meaning the rule could take immediate effect.
“President Biden came into office with the promise to ‘restore the soul’ of America as a safe haven for refugees fleeing persecution,” said Melissa Crow, Director of Litigation at the Center for Gender & Refugee Studies (CGRS). “His administration has instead repeatedly adopted policies that undermine the fundamental right to seek asylum, placing vulnerable people in harm’s way. The executive actions announced today will eviscerate access to protection, making a mockery of our government’s legal and moral obligations to people seeking safety and leaving a lasting stain on this administration’s legacy. In a disgraceful attempt to appear ‘tough’ on immigration and score political points, the president is treating refugees’ lives as disposable. These are tried-and-failed measures that we know will only bring more chaos, more suffering, and more deaths at our border. We implore the administration to reverse course.”
The administration’s new rule relies on the same legal authority used by the Trump administration to implement its Muslim Ban and asylum entry bans, Section 212(f) of the Immigration and Nationality Act. Those measures were challenged in the courts and ultimately revoked by President Biden. It is unconscionable that the president is now adopting yet another ban targeting desperate people seeking safety. This rule will undoubtedly result in the wrongful return of refugees to countries where they face persecution and torture, in violation of U.S. law and international treaty obligations. CGRS and our partners are prepared to take the government to court again.
Those subject to the administration’s new rule would only have the opportunity to seek protection if they proactively “manifest,” or express, a fear of return to their home country. This would theoretically initiate a screening process where they would be expected to convince an asylum officer that they would face persecution if deported, by meeting a new, heightened standard of proof. The Trump administration similarly relied on a “manifestation of fear” process when it implemented its illegal Title 42 expulsion policy. In practice, we found that border agents routinely failed to refer those who expressed fear for a screening, in some cases verbally abusing those who dared speak up. The administration’s assertion that attaching such a sham process to the new rule will ensure it “continue[s] to adhere to its international obligations” to protect refugees is absurd.
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CGRS denuncia Proclamación Presidencial que destruye el asilo en la frontera
4 de junio de 2024 - Hoy, la administración Biden anunció una serie de acciones ejecutivas drásticas que cerrarían efectivamente la frontera para muchas personas que buscan asilo. Bajo la regla final provisional promulgada, aquellos que busquen protección entre puertos de entrada a lo largo de la frontera sur serán considerados inelegibles para recibir asilo, permitiendo al gobierno deportarlos sumariamente sin un proceso legal. Esta restricción se invocaría cuando el número promedio de cruces entre puertos de entrada supere los 2,5000 diarios, lo que significa que la regla entrará en vigor de inmediato.
“El presidente Biden llegó al cargo con la promesa de “restablecer el alma” de Estados Unidos como un remanso seguro para los refugiados que huyen de persecución,” dijo Melissa Crow, la Directora del Litigio del Centro de los Estudios de Género y Refugiados (CGRS, por sus siglas en inglés). “En cambio, su administración ha adoptado repetidamente políticas que socavan el derecho fundamental a solicitar asilo, poniendo a personas vulnerables en peligro. Las acciones ejecutivas anunciadas hoy destruirán acceso a la protección, haciendo una burla de las obligaciones legales y morales de nuestro gobierno hacia las personas que buscan seguridad y dejando una mancha permanente en el legado de esta administración. En un intento vergonzoso de parecer ‘duros’ con lainmigración y ganar puntos políticos, el presidente está tratando las vidas de las familias, niños, y adultos refugiados como desechables. Estas son medidas probadas y fallidas, que sabemos sólo traerán más caos, más sufrimiento, y más muertes en nuestra frontera. Imploramos a la administración que cambie de rumbo.”
La regla nueva de la administración se basa en la misma autoridad legal invocada por la administración Trump para implementar su “Prohibición de Musulmanes” y prohibiciones de entrada de asilo, la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad. Esas medidas fueron desafiadas en las cortes y finalmente derogadas por el presidente Biden. Es inconcebible que el presidente ahora adopte otra prohibición dirigida a las personas que buscan protección. Esta regla sin duda resultará en el retorno indebido de refugiados a países donde enfrentan persecución y tortura, en violacion de la ley de EE. UU. y las obligaciones de tratados internacionales. CGRS y nuestros aliados estamos preparados para llevar al gobierno a la corte nuevamente.
Aquellos sujetos a la nueva regla de la administración sólo tendrían la oportunidad de solicitar protección si “manifiestan” proactivamente, o expresan, un temor a regresar a su país de origen. En teoría, esto daría inicio a un proceso de verificación donde tienen que convencer un oficial de asilo que enfrentarían persecución si fueran deportados, alcanzando un nuevo estándar de prueba sustancialmente más alto. De la misma manera, la administración Trump usó un proceso de “manifestación de temor” cuando implementó su policía ilegal de expulsiones bajo el Título 42. En la práctica, encontramos que los agentes fronterizos rutinariamente no refirieron a aquellos que expresan miedo para una evaluación, y en ocasiones, han abusado verbalmente a quienes se atreven a hablar. La afirmación de la administración de que incluir un proceso ficticio en la nueva regulación asegurará que el país “continuará siguiendo sus obligaciones internacionales” de proteger a los refugiados es absurdo.