Help Defend Asylum
CGRS relies on the generous support of people like you to sustain our advocacy defending the human rights of refugees. Make a gift today!
en español abajo
Today the Biden administration published the final version of its rule imposing a near-total ban on asylum at the U.S. southern border. The rule was first proposed in late February and met with fierce opposition by the UN Refugee Agency, leading senators and members of Congress, U.S. asylum officers, faith leaders, and tens of thousands of advocates, allies, and community members. Similar regulations introduced by the Trump administration were struck down by the courts as illegal. Biden’s repackaged ban will inevitably result in the wrongful deportation of refugees to countries where they face persecution and torture.
“We are deeply disappointed that the Biden administration has chosen to proceed with its asylum ban, in clear violation of U.S. and international law. This policy will deny the right of protection to vulnerable people seeking safety,” said Karen Musalo, Director of the Center for Gender & Refugee Studies (CGRS). “People fleeing persecution have a right to seek asylum, and our laws do not require that they do so in countries of transit, or only enter at ports of entry. This is an abdication of our legal and moral obligations to refugees that puts political expediency before human lives.”
Under the new rule, people fleeing persecution will be barred from asylum if they pass through another country on their way to the U.S. border and do not apply for protection there first. This requirement is as absurd as it is illegal. Many of the countries through which people transit are profoundly dangerous for migrants and refugees - particularly Black, Indigenous, and LGBTQ+ people - who are routinely preyed upon and subject to violence and discrimination. Those that take in refugees already do so at a per capita rate far exceeding that of the United States. None have functioning asylum systems with the capacity to welcome those the United States turns away under the ban.
The administration’s ban can be circumvented only by scheduling an advance appointment to seek asylum using the government’s CBP One smartphone app. As documented by CGRS and our partners, CBP One is riddled with glitches and fundamentally inaccessible to the most vulnerable refugees. In practice, the app creates a de facto metering system, trapping people in dangerous border cities for weeks (if not months) on end, desperately competing for the chance at an appointment that may never materialize. This makes a mockery of our asylum system, which was designed to protect people fleeing imminent threats to their lives, who cannot safely wait for an appointment to be scheduled, or for an application to be adjudicated in an unsafe third country.
The Biden administration has sought to rush the ban into effect ahead of the end of the Title 42 expulsion policy, slated for tomorrow. In doing so, the administration has flouted the procedures designed to ensure meaningful public input on major policy changes. By the end of the rule’s truncated 30-day notice and comment period, the administration had received over 51,000 comments, the overwhelming majority expressing vehement opposition and urging the government to withdraw the rule in its entirety. Under the Administrative Procedure Act, the government was required to carefully consider each comment before moving forward with the rule. With a public response of such great magnitude, that process should have taken months. Yet mere weeks later, the government is poised to implement the rule with negligible changes.
“President Biden has had over two years to prepare for the end of Title 42 and the resumption of normal asylum processing at the southern border,” said Melissa Crow, Director of Litigation at CGRS. “For over two years, groups serving asylum seekers have implored the government to work with them to establish a safe and orderly process that welcomes people seeking asylum with dignity. Instead, the Biden administration has doubled down hard on failed policies that violate our laws and endanger people seeking safety. CGRS and our partners are prepared to take the administration to court to challenge the blatantly illegal asylum ban announced today. This is not over.”
CGRS’s comment on the proposed rule can be read here.
--
Biden acepta la prohibición de asilo, desafiando la ley y la opinión pública
Hoy, la administración de Biden ha publicado la versión final de su regla que impone una prohibición casi total del asilo en la frontera sur de Estados Unidos. La regla se propuso por primera vez a finales de febrero y se encontró con la feroz oposición de la Agencia de la ONU para los Refugiados, senadores y miembros del Congreso, oficiales de asilo de Estados Unidos, líderes religiosos y decenas de miles de defensores, aliados y miembros de la comunidad. Reglamentos similares introducidos por la administración de Trump fueron tumbados por los tribunales por ser ilegales. La prohibición reformulada de Biden inevitablemente dará lugar a deportaciones injustas de refugiados a países donde se enfrentan a la persecución y la tortura.
"Estamos profundamente decepcionados por el hecho de que la administración de Biden haya decidido seguir adelante con su prohibición de asilo, en una clara violación del la ley estadounidense e internacional. Esta política negará el derecho de protección a las personas vulnerables que buscan seguridad”, dijo Karen Musalo, directora del Center for Gender & Refugee Studies (CGRS). “Las personas que huyen de la persecución tienen derecho a solicitar asilo, y nuestras leyes no les obligan a hacerlo en países de tránsito, o a entrar sólo por los puertos de entrada.Esto es una abdicación de nuestras obligaciones legales y morales con los refugiados que pone la conveniencia política por encima de las vidas humanas".
Bajo la nueva regla, las personas que huyen de la persecución no podrán recibir asilo si pasan por otro país de camino a la frontera estadounidense y no solicitan protección allí primero. Este requisito es tan absurdo como ilegal. Muchos de los países por los que transitan las personas son profundamente peligrosos para los migrantes y refugiados - especialmente para las personas negras, indígenas y LGBTQ+- que son sistemáticamente depredados y sujetos a violencia y discriminación. Los países que aceptan refugiados ya lo hacen a un porcentaje per cápita muy superior al de Estados Unidos. Ninguno de ellos tiene sistemas de asilo que funcionen con la capacidad de recibir a quienes Estados Unidos rechaza bajo la prohibición.
La prohibición de la administración solo se puede eludir programando una cita anticipada para solicitar asilo utilizando una aplicación del gobierno para teléfonos inteligentes llamada CBP One. Como ha documentado CGRS y organizaciones aliadas, CBP One está plagado de fallos y es fundamentalmente inaccesible para los refugiados más vulnerables. En la práctica, la aplicación crea un sistema de medición, atrapando a las personas en peligrosas ciudades fronterizas durante semanas (si no meses) y compitiendo desesperadamente por la oportunidad de una cita que quizás nunca se materialice. Esto se burla de nuestro sistema de asilo, que fue diseñado para proteger a las personas que huyen de amenazas inminentes, que no pueden esperar con seguridad a que se programe una cita, o que se resuelva una solicitud en un tercer país inseguro.
La administración de Biden ha tratado de acelerar la entrada de la prohibición antes del final de la política de expulsión del Título 42, programada para mañana. Al hacerlo, la administración se ha burlado de los procedimientos diseñados para garantizar una participación pública significativa en los principales cambios de política. Al final del periodo de notificación y comentarios de 30 días, la administración había recibido más de 51.000 comentarios, la gran mayoría expresando una vehemente oposición e urgiendo al gobierno a retirar la regla en su totalidad. Bajo la Ley de Procedimiento Administrativo, el gobierno estaba obligado a considerar cuidadosamente cada comentario antes de seguir adelante con la regla. Con una respuesta pública de tal magnitud, ese proceso debería haber durado meses. Sin embargo, pocas semanas después, el gobierno está listo para implementar la regla con cambios insignificantes.
"El presidente Biden ha tenido más de dos años para preparar para el fin del Título 42 y la reanudación del procesamiento normal de asilo en la frontera sur", dijo Melissa Crow, directora de litigio de CGRS. "Durante más de dos años, las organizaciones que asisten a las personas solicitantes de asilo han implorado al gobierno que trabaje con ellos para establecer un proceso seguro y ordenado que reciba con dignidad a las personas que buscan asilo. En cambio, la administración de Biden ha redoblado políticas fallidas que violan nuestras leyes y ponen en peligro a las personas que buscan protección. CGRS y organizaciones aliadas están preparadas para llevar a la administración a la corte y demandar la ilegal prohibición de asilo anunciada hoy. Esto no ha terminado.”
El comentario público de CGRS sobre la regla propuesta se puede leer aquí.