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Four immigrant rights organizations – Pangea Legal Services, Dolores Street Community Services, Inc., Catholic Legal Immigration Network, Inc. (CLINIC), and Capital Area Immigrants’ Rights Coalition – have requested a temporary restraining order in a lawsuit challenging a sweeping new rule that will eviscerate access to protection for people seeking refuge in the United States. Set to take effect on January 11, 2021, the rule completely transforms the asylum process, severely limiting the availability of asylum and related protections to individuals fleeing persecution or torture. The plaintiff organizations are represented by the Center for Gender & Refugee Studies, the Harvard Immigration and Refugee Clinical Program, and the law firm of Sidley Austin LLP.
“Published in the waning hours of the Trump administration, this rule marks its most far-reaching attempt to end asylum yet, and a death knell to our country’s longstanding commitment to offer safe haven for the persecuted,” said Jamie Crook, Director of Litigation at the Center for Gender & Refugee Studies. “The rule violates our laws, flouts our treaty obligations, and upends decades of legal precedent. If the mammoth rule is permitted to take effect, it will result in people being deported to face persecution, torture, and even death in their home countries.”
The rule deprives asylum seekers of any semblance of due process, imposing many barriers to relief before they even have the opportunity to present their case in immigration court. Among its numerous harmful provisions, the rule allows judges to deny an asylum application without holding a hearing. The rule also establishes 12 new “discretionary” factors that will bar many asylum seekers from life-saving protection. These include a de facto bar to asylum for applicants who pass through another country en route to the United States, effectively codifying and expanding the Trump administration’s third country transit bar, which the courts have already struck down as unlawful.
For those who are able to get their case before a judge, the new rule radically redefines who qualifies as a “refugee,” distorting the law so thoroughly that adjudicators can deny relief to virtually all applicants. The rule explicitly excludes from protection survivors of gender-based violence, children and families targeted by gangs, and people fleeing other abhorrent abuses. It also redefines “persecution” in such a way that judges will be directed to deny asylum even to individuals who have been detained and threatened with death due to their beliefs.
“Despite its enormous scope, the administration rushed this rule through the regulatory process without regard for its life-or-death implications for asylum seekers,” said Sabrineh Ardalan, Director of the Harvard Immigration and Refugee Clinical Program. “The administration chose to brush aside nearly 90,000 public comments raising serious concerns with the proposed rule.”
The plaintiffs in this lawsuit are nonprofit organizations that provide immigration legal services and have previously come together to stop other Trump administration attempts to erect unlawful barriers to asylum. They contend that the new rule will make it far more difficult to assist asylum-seeking clients and cause serious harm to the immigrant communities they serve.
The plaintiffs have asked the U.S. District Court for the Northern District of California to issue a permanent nationwide injunction to prevent the rule from taking effect, arguing that the rule violates the Immigration and Nationality Act, the Administrative Procedures Act, the Due Process Clause of the U.S. Constitution, and the United States’ duty under international law not to return people to persecution or torture. On Wednesday the plaintiffs requested a temporary restraining order to immediately halt implementation of the rule while the court considers the case.
The plaintiffs also argue that the rule is procedurally invalid, as it was co-issued by Acting Department of Homeland Security Secretary Chad Wolf, whom multiple courts have declared was unlawfully appointed to his position and lacks the authority to promulgate such a rule.
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Organizaciones demandan la regulación del gobierno Trump que destruye el asilo
Jueves, 24 de diciembre de 2020
Cuatro organizaciones que velan por los derechos de los inmigrantes – Pangea Legal Services, Dolores Street Community Services, Catholic Legal Immigration Network, y Capital Area Immigrants’ Rights Coalition – han solicitado una orden de restricción provisional en la demanda que reta la nueva regulación que busca acabar con el acceso a protecciones para quienes buscan refugio en Estados Unidos. La regulación, que entrará en vigencia el 11 de enero de 2021, transforma por completo el proceso de asilo, limitando severamente el acceso a ésta y otras formas complementarias de protección para quienes huyen de la persecución o la tortura. Las organizaciones demandantes son representadas por el Centro de Estudios de Género y Refugiados (CGRS, por sus siglas en inglés), el Programa de Inmigración y Refugiados de la Universidad de Harvard, y el bufete Sidley Austin LLP.
“Publicada en el trecho final del gobierno Trump, esta regulación representa su intento de más largo alcance para acabar con el asilo, y es una sentencia de muerte para el compromiso de larga data de nuestro país de ser un refugio para los perseguidos”, dijo Jamie Crook, directora de litigio en CGRS. “Esta regla viola nuestras leyes, ignora las obligaciones contenidas en tratados internacionales, y da un vuelco a décadas de precedente legal. Si se permite que esta regulación se implemente, resultará en la deportación de personas que enfrentarán persecución, tortura, o incluso la muerte”.
La regulación priva a los solicitantes de asilo de cualquier semblanza de debido proceso, imponiendo muchas barreras para acceder a protecciones incluso antes de que tengan la oportunidad de presentar sus casos en las cortes de inmigración. Entre sus disposiciones más dañinas, la regulación permite a los jueces negar solicitudes de asilo sin siquiera tener una audiencia. La regulación también establece 12 factores “discrecionales” que impedirán que muchos solicitantes de asilo puedan acceder a la protección que necesitan. Estos factores incluyen una barrera al asilo para quienes transiten por otro país en camino a Estados Unidos, efectivamente codificando y expandiendo la prohibición de asilo por tránsito a través de terceros países del gobierno Trump, la cual en el pasado ya fue declarada ilegal.
Para aquellos que logren presentar sus casos frente a un juez, la nueva regulación redefine radicalmente quién califica como “refugiado”, distorsionando la ley de manera tan profunda que los adjudicadores podrán negarles protecciones a virtualmente todos los solicitantes. La regulación excluye explícitamente protecciones para sobrevivientes de violencia de género, niños y familias que son blanco de pandillas, y otras personas huyendo de abusos abominables. También redefine la “persecución” de manera tal que los jueces deberán negarle el asilo hasta quienes han sido detenidos y amenazados de muerte debido a sus creencias.
“A pesar de su amplio alcance, el gobierno apresuró esta nueva regla a través del proceso regulatorio sin tener en cuenta las implicaciones de vida o muerte para los solicitantes de asilo”, dijo Sabrineh Ardalan, directora del Programa de Inmigración y Refugiados de Harvard. “El gobierno eligió dejar de lado alrededor de 90,000 comentarios en los que se expresaron de manera pública las muchas preocupaciones con la regla propuesta.”
Los demandantes son organizaciones sin ánimo de lucro que brindan servicios legales de inmigración que se han unido anteriormente para detener otro intento del gobierno Trump de erigir barreras al asilo. Las organizaciones alegan que la nueva regla hará que sea muchísimo más difícil asistir a clientes que buscan asilo y causará un serio daño a las comunidades de inmigrantes que apoyan.
Los demandantes le han pedido a la Corte Distrital del Distrito Norte de California que emita una orden con alcance nacional para prevenir que la regulación sea implementada, argumentando que viola la ley de Inmigración y Nacionalidad, la Ley de Procedimientos Administrativos, la cláusula de debido proceso de la Constitución de EE. UU., y el deber de Estados Unidos bajo la ley internacional de no regresar a las personas a la persecución o la tortura. El miércoles, los demandantes solicitaron una orden de restricción temporal para detener de manera inmediata la implementación de la regulación mientras que la corte estudia el caso.
Los demandantes también alegan que la regulación es invalida por motivos de forma, puesto que fue emitida conjuntamente por el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf. Varias cortes ya han declarado que Wolf fue asignado ilegalmente en su posición y carece de autoridad para promulgar una regulación como esta.